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miércoles, 21 de marzo de 2012

Nota para diario LA RAZON A VIRGINIA DA CUNHA.

SHOW
“Lo mágico se dio con Bandana, ahora es todo trabajo”
Virginia Da Cunha acaba de encontrar su nuevo sonido llamado “V”, que rompe con los prejuicios de “pendejos” que traía desde su salida de Bandana. “Me propuse dejar la rebeldía de lado”, le afirma a La Razón.
PorDARIO DOALLO
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Virginia Da Cunha bandana
“Soñaba con que Argentina fuera California y no lo era”. Así de simple describe Virginia Da Cunha el motivo por el cual decidió dar por finalizado el ciclo de su antigua banda punk, Virgin Pancakes, y comenzar con un nuevo proyecto que la tiene decididamente como líder y con un estilo musical más “comercial”, donde predomina el pop y los sonidos electrónicos: “V”.

¿A Virgin Pancakes lo veías más como un gusto personal?
Yo me di cuenta que estaba haciendo un tipo de música que no era para la Argentina. De hecho, tuvimos el honor que nos invitaran a un tour por Estados Unidos y allá compraban más discos que acá. Porque la gente es menos prejuiciosa y hay más mercado para ese estilo de música. Entonces, a partir de ese momento, empecé a buscarle una vuelta al proyecto.

¿No pensaron quedarse en Estados Unidos a probar suerte?
Fui con el sueño de que me apareciera un contrato mágico y quedarme. Pero lo mágico se dio sólo una vez con Bandana, ahora no me queda otra que trabajar (risas). Si se dio la posibilidad de hacer más shows, pero éramos un grupo y los chicos tenían que regresar. Había que jugársela y los chicos no estaban en condiciones. Yo estaba dispuesta, pero cuando sos una banda hay que hacer lo que quiere la mayoría. Igual, yo me quedé unos días más tratando de generar algo concreto que no se logró, pero bueno… es algo que sigo anhelando.

¿Al volver fue cuando te replanteaste varias cosas?
Claro, ahí nos dimos cuenta que como banda under habíamos llegado a la cima y nos replanteamos todo. Les dije ‘Yo deje todos los ahorros en esto. Ahora tenemos que replantar la dirección musical y no usar mi imagen en este país es no ser inteligentes’. En ese momento, había accedido al lema “que la música valga por si misma”. Rompimos con todas esas ridiculeces que teníamos en mente de pendejos y empezamos a hacer algo más realista con la experiencia que habíamos ganado. Yo decía ‘la verdad que quiero vivir de la música. Dejemos la rebeldía a un lado, usemos mi imagen, que mi voz esté más al frente, esto que opinemos todos todo el tiempo lo hace más lento’. Y rápidamente empezaron a aparecer propuestas de la gente de la industria, que en vez de decirles ‘voy a seguir haciendo la mía’, los empezamos a escuchar. Yo pensé que mis compañeros de grupo me iban a mandar a la mierda, pero ellos lo vieron como una oportunidad de comer y vivir de ésto.

¿Cuáles son los cambios más notorios?
A nivel banda, sabemos administrar más los recursos. Porque antes siempre estábamos pendientes de ver quién tocaba más, era como una guerra cada canción. Ahora cada uno tiene su lugar. En cuanto a la música la idea es acercarnos más al pop y “aggiornarnos” con sonidos electrónicos. Yo estoy con ganas de estar más al frente, por ahí cuando arranqué con la banda no me sentía preparada para exponerme como ahora. Antes me gustaba estar en el quilombo, ser un pibe más en el grupo. Entendí que no tiene sentido ir en contra de nada y me empecé a amigar con la mujer que nacía en mí y deje de lado la “teen”.

¿Este cambio fue tan radical como el que tuviste tras la salida de Bandana?
En este caso lo venimos madurando mucho. Las canciones que hoy tenemos las venimos buscando desde hace un año y medio. En cambio, de Bandana a Virgin Pancakes fue mucho más sorpresivo. A mucha gente que no me conocían le resultó muy chocante porque mi imagen no va de la mano de mi sonido. Toda la gente de la industria me decía ‘tenés que hacer algo más Bandana, pop solista’. Y no los escuché. Porque dentro de Bandana yo había adquirido muchas herramientas que las quería aplicar y me resultaba muy difícil porque era un negocio que ya estaba planteado antes de que fuéramos elegidas. Sentía que podía hacer mucho más que pararme arriba del escenario vestida como una Barbie. Entonces fui con todo a buscar lo que quería y no me importaba nada. Aunque reconozco que cometí errores por ser tan ansiosa.

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