En el día de nuestra Madre Tierra…
Le doy las gracias por cada día de vida. Hace casi 3 años mi Alma eligió aterrizar en Mendoza para vivir más cerca de la naturaleza y el amor.
Mi corazón llegó aturdido y lleno de escudos.. en la gran ciudad quien se muestra vulnerable se convierte en presa. Pero en los espacios naturales es al revés y así empecé a reencontrarme con mi verdadera fuerza. El discernimiento y la presencia. Una energía que te abre los ojos, te sana el cuerpo y te reordena las prioridades. Hoy puedo vivir en armonía, en gratitud… ya no hay vuelta atrás.
La productividad excesiva te anestesia y te enferma. Siempre apurados para llegar a ningún lado.
Respetar los ciclos, aprendiendo de la naturaleza te sana. Ella está siempre ahí para enseñarnos el camino de la siembra y la cosecha, de la fertilidad que hay en el silencio, del agua que siendo blanda nunca deja de fluir, de la incertidumbre llena de sorpresas. Aunque la ignoremos y descuidemos sigue ahí, esperando que la escuchemos para renacer, como yo he renacido.
Te dediqué mi último disco y más que nunca seguís siendo mi verdadera religión. Creo en la naturaleza que soy.
Feliz Dia Pachama
mita ❤️