De Popstar a sensual DJ, Virginia Da Cunha saltó a la fama fue a partir del reality show Pop Stars

ESPECTÁCULOS VOLVER MIÉRCOLES, 15 DE ENERO DE 2014 De Popstar a sensual DJ Virginia Da Cunha saltó a la fama fue a partir del reality show Pop Stars, del que salió una “all-girl-band” (Bandana) que, en los últimos años y a pesar de su disolución, ascendió al estatus de ícono pop. Su carrera solista incluyó los proyectos Virgin Pancakes y Just V, en conjunto con su hermano. Este último proyecto tuvo, durante el 2013, un contrato inusual con Sony Music que consistía en apostar al formato de la música digital en forma exclusiva. Nunca editó un disco físico, pero sí varios singles que se vendieron a través de iTunes y otras tiendas on line. También se destacada como modelo aunque es modesta en este aspecto. “Es que hay mucha competencia en el mercado del modelaje, muchísimas chicas más lindas que yo. A mí me buscan más, en todo caso, porque ya tengo un nombre y doy un determinado perfil”, dice convencida. En el 2013 fue parte del elenco de Quitapenas, una comedia con aspiraciones de ser “el Glee argentino” que pasó sin pena ni gloria, y se tiró del trampolín de Celebrity Splash, un formato importado donde distintos famosos, en vez de patinar, bailar o cantar por un sueño aprendían las artes del clavadismo. Así, Virginia descubrió las bandejas, el arte de la mezcla, la sutileza de la música electrónica. Y además le puso un valor agregado: su canto. Así, Virginia asumió el rol de Sing-Jay, el disc jockey que también es cantante, una forma de aprovechar sus múltiples talentos en un producto que apenas empieza a verse en los Estados Unidos y en Europa. Desde fiestas para público en boliches hasta cócteles organizados por las marcas más top o torneos de polo, a Da Cunha se la puede encontrar detrás de sus bandejas, remixando un repertorio bailable con el que mezcla pistas sobre las que canta en vivo, tanto temas propios como covers. Fuente: Revista Noticias.